Cure Violence trata la violencia entendiéndola como un proceso epidémico que se puede detener usando las mismas estrategias sanitarias
utilizadas para luchar contra las epidemias. Esta teoría de cambio emplea personas – miembros de confianza en las comunidades a las que
atendemos – seleccionadas y formadas cuidadosamente para interrumpir el contagio, usando una estrategia de tres vertientes:
- detectar e interrumpir todas las transmisiones,
- determinar quien podría ser la próxima persona en transmitir y reversar el potencial de transmisión (en el caso de la violencia, la idea de que la violencia es esperada por las personas a su alrededor), y
- cambiar las normas comunitarias.